CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. ANTE LAS ELECCIONES EN FESPROSA ANTE LAS ELECCIONES EN FESPROSA

ANTE LAS ELECCIONES EN FESPROSA

Quienes venimos reclamando un urgente cambio de rumbo en FeSProSa nos pronunciamos acerca de la coyuntura actual, en momentos en que se acerca la renovación de autoridades en la Federación. Llevamos ya un largo camino planteando iniciativas que han caído en saco roto, no avizorándose modificaciones sustanciales de cara al tiempo que viene.

Estamos en medio de un proceso electoral de nivel nacional que tiene aún unos meses por delante. Las elecciones primarias (PASO) del 11 de agosto arrojaron un claro ganador, evidenciándose un masivo rechazo a un modelo de ajuste y de cercenamiento de derechos adquiridos con la lucha. Una situación similar, aunque con tiempos distintos, se vive en la mayoría de las provincias, algunas con gobiernos ya definidos y otras con decisiones por delante.

La Salud Pública viene sufriendo un pertinaz deterioro a lo largo de los últimos años. El descalabro actual, fruto de años de desfinanciamiento y ausencia de políticas integrales, se profundizó en la etapa que está llegando a su fin, con un gobierno que la dejó conscientemente en los lugares más bajos de su agenda. A falta de ley nacional, financiamiento acorde, integración de administraciones y niveles de complejidad, entre otros males, la decisión de degradar el Ministerio en Secretaría, subsumiéndolo en el área de Desarrollo Social, fue el colofón de una forma de devaluar lo sanitario.

En este contexto hostil, en el que fortalecer la herramienta sindical que construimos a lo largo de muchos años resultaba fundamental, lo que ha venido sucediendo es exactamente lo contrario. La Federación se fue alejando de sus premisas fundacionales, debilitándose como marco propicio para el desarrollo de los sindicatos de base y como punto de referencia para defender la Salud Pública y los derechos laborales de los equipos de Salud. Sin lograr interlocución válida con el poder político, fue abandonando los ejes centrales del modelo sindical democrático que nos propusimos construir. Así lo señalamos en los documentos anteriores, proponiendo alternativas que no fueron escuchadas. Ni siquiera se avanzó con aquellas que adquirieron rango institucional a partir de decisiones del propio Congreso, esgrimiendo para su incumplimiento argumentaciones pueriles.

Nada de lo que ha ocurrido en la Federación en los últimos meses fue casual. Cada una de las iniciativas formuladas por nuestro sector fue desatendida, ninguneada, “cajoneada”. La conformación de una Comisión de Consenso – un verdadero Comité de Crisis – previa al Congreso Ordinario tenía como objeto intentar avanzar en procesos de diálogos que abordaran las dificultades de un modo concreto, incluyendo cambios metodológicos en el funcionamiento del Consejo Ejecutivo Nacional, la democratización en la toma de decisiones, la puesta en debate de las grandes temáticas sanitarias nacionales y una indispensable reforma estatutaria que diera cuenta de una mejoría en las representaciones que la componen y las políticas que se impulsan. Nunca se realizaron los eventos propuestos para abordar las políticas de género, habiéndose producido retrocesos y deserciones en la lucha por la conquista de nuevos derechos y el respeto a los ya conquistados, así como tampoco la inserción de la Federación en el movimiento obrero, para señalar sólo algunos ejemplos.

A la vez, fruto de un firme planteo realizado por nuestras delegaciones, el mismo Congreso definió la conformación de una Comisión de Reforma del Estatuto de

FeSProSa, con eje en el sistema electoral, que tenía la responsabilidad de elaborar un proyecto y ponerlo a consideración de las regionales y de un Congreso Extraordinario convocado para tal fin. Pasados varios meses de aquellos acuerdos, ninguna de las comisiones consensuadas tuvo mínima continuidad. El Comité de Crisis fue discontinuado sin explicaciones luego del Congreso y la Comisión de Reforma estatutaria ni siquiera fue convocada.

Así, a lo largo de estos meses, se profundizaron de un modo evidente las difíciles circunstancias que nos atraviesan, en una decisión política del sector que hegemoniza la conducción de la Federación que tiende a perpetuar la crisis y evita toda forma de abordaje con carácter resolutivo. El comportamiento fraccional del sector hegemónico, con intervenciones directas en la vida y las decisiones de las regionales y un avasallamiento irresponsable de las autonomías locales, tuvo nuevos episodios en el último tiempo. Como si no fuera poco el sostenimiento de una práctica que hace de la concentración de las decisiones en pocas manos un culto, los intentos de modificar las acciones desde el nivel central se coloca en las antípodas de un modelo sindical democrático y representativo y de absoluto respeto por quienes son nuestrxs afiliadxs.

Venimos alertando sistemáticamente sobre el abandono de los principios fundacionales de la Federación. A un inicio vigoroso, con las regionales que forjaron sus comienzos, una continuidad pujante, con la incorporación de nuevos sindicatos que contribuyeron de manera formidable a su desarrollo, le ha seguido, lamentablemente, un presente con graves dificultades. Así, habiendo desoído las advertencias y argumentaciones en pos de intentar resolver la situación, llegamos al momento de la renovación de autoridades sin un marco de contención que pueda, a la vez que promueve los debates imprescindibles de este tiempo, proyectar a la Federación como instrumento de lucha en contextos que seguirán siendo difíciles.

El proceso electoral debe asegurar condiciones para poder desarrollarse. La unidad, la búsqueda de consenso y la elaboración colectiva, banderas que sostenemos firmemente, deben darse en un ámbito de respeto, matices en las opiniones y representatividad democrática de quienes se propongan para ello. Hay que encontrar los mecanismos que eviten la superestructuralidad, las posiciones personales y la burocratización. Sin ello, se hace muy difícil lograr que las ideas en común se plasmen en proyectos que tengan la potencialidad que la hora requiere.

Así planteadas las cosas, sin modificaciones del rumbo impuesto, serán cada una de las regionales que han impulsado cambios sustanciales que no han sido atendidos, quienes resolverán democráticamente los pasos a seguir en su relación con la Federación y el proceso electoral en ciernes.

Reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de una herramienta fundamental y sus principios fundacionales en defensa de la Salud Pública, los derechos de sus trabajadorxs y de la población, mientras seguimos bregando por organizaciones que impulsen modelos sindicales democráticos, federales e inclusivos, alejados de los personalismos, la perpetuación en los cargos y las decisiones concentradas.

Marta Márquez – Presidenta CICOP Buenos Aires – CEN FeSProSa

Fernando Corsiglia – Vicepresidente CICOP Buenos Aires – CEN FeSProSa

Guillermo Pacagnini – Secretario General CICOP Buenos Aires – CEN FeSProSa

Pablo Torres – Secretario General Adjunto CICOP Buenos Aires

Pablo Maciel – Secretario Gremial CICOP Buenos Aires

Nicolás Fernández – Secretario General APUAP Jujuy

José Cosentini – Secretario General Adjunto APUAP Jujuy

Vìctor Aramayo – Secretario de Capacitación CEN FeSProSa

Graciela Aquere Riggeri – Secretaria General APSADES Salta – CEN FeSProSa

Noemí López – Secretaria de Género APSADES Salta

Norma Lezana – Secretaria General Asoc.de Profs. y Técs. Hospital Garrahan – CEN FeSProSa

Pablo Gravina – Secretario Gremial Asoc.de Profs. y Técs. Hospital Garrahan

Cristina Alonso – Tesorera Asoc.de Profs. y Técs. Hospital Garrahan

Gastón Vacchiani – Secretario General UTS Córdoba

Sofía Ahun – Secretaria Gremial UTS Córdoba

Alejandra Vaca – Secretaria de Derechos Humanos y Género UTS Córdoba

Norma Reynaldi - Integrante de la Secretaria de Género y Derechos Humanos de SIPRUS Regional Rosario

Pedro Zamparolo – Vicepresidente APS Matanza

María Angélica Gayarre - APS Matanza

Christian Caratozzolo – APS Matanza     

...siguen las firmas